Emilia Casas

Ex-Presidente TC

Ocupó el cargo desde 15 de Junio de 2004 hasta 12 de Enero de 2011

Le hemos reservado este espacio por su contacto con el caso de la abogada de la asesina de Ciempozuelo que mandó asesinar a su ex-marido al darle al padre la custodia, tras someter a la hija de ambas a maltrato por alienación parental.

Aquí tenéis referencias de esa asesina;

La niña o la vida. Un sicario asesinó a Miguel Ángel el mismo día que lograba la tutela de su hija. Su ex-mujer está imputada por inducir al crimen

La mujer que intentó liar a la presidenta del TC. Intersantísimo artículo.

Sentencia en la que se condena a la criminal

El dialogo mantenido entre Emilia Casas, expresidente del TC, y la asesina María Dolores Martín

María Dolores: Sí, dígame.

Emilia Casas: ¿María Dolores Martín?

M. D. Sí.

E. C. Mire, buenas tardes, soy Emilia Casas, presidenta del Tribunal Constitucional, que me mandó unos papeles de usted [una persona a la que conocía].

E. C. Bueno, pues yo he tardado en responderla porque lógicamente he tenido que leérmelos con detenimiento y luego he hecho alguna averiguación, no a efectos de motivarla (...), pues bueno, no sé si ya le ha pasado el tiempo para ir en recurso de amparo frente a estas decisiones judiciales, pero siempre podrá provocar usted, su abogado lo sabe, alguna nueva actuación judicial que le permita llegar al Tribunal Constitucional en amparo, no.

M. D. Ajá.

E. C. El último auto de la apelación me parece que es no del juicio de faltas del que es ponente Carmena {Alcaldesa de Madrid que niega la existencia del SAP} , pues claro,..

M. D. Sí, todo eso, el recurso de amparo, eh... yo no he querido continuar, y le explico por qué, porque mi ex marido ha fallecido {mandado asesinar por ella} lamentablemente, en unas circunstancias un tanto extrañas entonces, el plazo vencía y yo pues... la única vía que me quedaba era el recurso de amparo en el... [TC]. Él falleció, a mí me comunican la sentencia de divorcio, que es como para tirarse de los pelos, a mí me acusan de maltratar a mi hija psicológicamente {Alienación parental. Ver sentencia adjunta. Se reconoce Alienación Parental Página: }, que vulnero sus derechos, me quitan la guarda y custodia de mi hija en la sentencia de divorcio, está abierta la vía de amparo también por la vía civil, porque el gabinete psicosocial está adscrito al juzgado, yo tenía un embarazo de riesgo y no acudía por motivo del embarazo y por los médicos, me decían que no podía perder a la criatura y que no, que me esperara, todo se comunicaba en el juzgado, pero como que al juzgado le daba exactamente lo mismo.

E. C. ¡Ya!

M. D. Entonces, emití un informe con las manifestaciones realizadas por mi ex marido.

M. D. ¿En qué maltrato yo a mi hija? Además, la sentencia de divorcio es... la vista fue machacadora y yo salí hundida, he tenido una depresión de muerte porque claro, es tremendo, a mí me quita la guarda y custodia porque supuestamente según él yo le quito la figura paterna, o sea la niña tiene muy claro, ella... a mi pareja le llama papá, pero ella tiene claro que su papá... {Típico de la alienación parental}

E. C. ¿El ha muerto en extrañas circunstancias dice usted?

M. D. Sí, al parecer, según los medios de comunicación, que es como yo me he enterado, ha fallecido porque le han matado en el garaje de su casa, entonces eh... la familia me acusa a mí... Según la sentencia, a él se lo iban a comunicar el 16 de marzo en concreto y sin embargo en los medios de comunicación cuando él fallece, él fallece el día 14, en los medios de comunicación ya sabía el contenido de la sentencia.

E. C. Con posterioridad (...) Yo lo que iba a dar es el teléfono de unas personas expertas en estas cosas, de la federación de mujeres y le voy a dar el nombre de dos personas que hacen defensa jurídica y que además hacen mucho apoyo no, por si...le interesan, no.

M. D. Sí, sí [y toma nota de los nombres y números de teléfono].

E. C. Yo creo que ahí le podrán aconsejar porque lleva muchos asuntos así y además están especializados en temas de mujeres.

E. C. Estas personas como llevan mucho estos temas y están continuamente para informar no sobre el juez, sobre en fin... yo creo que le pueden ayudar mucho ahí. Eh, si alguna vez va en amparo, pues ya me vuelve a llamar, pero yo creo que estas son las personas indicadas.

M. D. Vale, de acuerdo.

E. C. Mucho ánimo y que todo le vaya muy bien.

M. D. Pues muchas gracias por su atención y su tiempo, porque sé que está muy liada.

E. C. ... lo hacen muy bien. Son muy eficaces.

Del último artículo, extraemos

El caso de Miguel Ángel Salgado, el informático acribillado a balazos en marzo de 2007 en el garaje de su casa de Ciempozuelos (Madrid), podría convertirse en el primer asesinato perpetrado para impedir que un padre obtenga la custodia de su hija.

Su ex mujer, la abogada Dolores Martín Pozo, acusada de ser la inductora del crimen, no escatimó esfuerzos ni tretas en los últimos cuatro años para alejar a su ex de la hija que tienen en común, M.J., de 7 años. Un objetivo que la llevó hasta la presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Emilia Casas.

Quienes conocen a Dolores Martín Pozo la definen como “una mujer fría, manipuladora y capaz de todo” que nunca perdonó a su ex marido que decidiera separarse de ella en 2003. “Cuando se separó –asegura Carmen, la novia de Miguel Ángel– lo amenazó con darle en lo que más le dolía, su hija”. Los hechos posteriores indican que pudo obsesionarse con apartarlo a toda costa de la menor. Lo acusó de ser un mal padre y una persona violenta, extremo que niegan personas próximas a la víctima. Carmen asegura que durante el proceso de separación y divorcio la abogada sometió a Miguel Ángel a “un calvario” de procesos penales a base de denuncias que resultaron ser falsas, lo que llevó a Salgado a responder con acciones judiciales contra ella.

Dolores se mostró siempre muy reticente a entregar a la niña a su padre. No tardó mucho en presentar la primera denuncia contra Salgado por presuntos abusos sexuales a su hija. Las malas relaciones de la pareja llevaron a los jueces a establecer que el régimen de visitas se llevase a cabo en un punto de encuentro. Durante julio y agosto de 2003, Dolores llevó a la pequeña a ver a su padre a regañadientes. Esa fue la última vez que Miguel vio a la niña. Diez días después, Dolores volvió a denunciarlo por abusos sexuales, lo que llevó a la juez de familia que entonces llevaba el caso a suspender el régimen de visitas mientras se tramitaban los dos procesos penales contra Salgado. Los dos fueron archivados al no encontrar los jueces el más mínimo indicio de la sospecha que lanzaba sobre Salgado una denuncia que respondía a intereses oscuros.

Cuando el juez de familia número 24 de Madrid ordenó renovar los contactos de la niña con el padre cada 15 días, en un punto de encuentro y en presencia de profesionales, que actúan como observadores privilegiados para detectar posibles abusos en menores, Dolores volvió a desobedecer sistemáticamente la decisión judicial, pese a las multas y apercibimiento que recibió.

Su actitud recalcitrante levantó las primeras sospechas. La madre de la niña no parecía querer proteger a la menor, sino suplantar la figura paterna en favor de su actual compañero, con quien la letrada tiene otro hijo de corta edad. A los psicólogos no se les escapó un detalle: la niña llamaba papá a la nueva pareja de su madre, mientras que a su verdadero padre se dirigía por el nombre de pila.

Entre julio de 2006 y febrero de 2007 Dolores Martín fue citada hasta en cinco ocasiones por el equipo psicosocial del juzgado para valorar si la niña estaba siendo manipulada por su madre. Un extremo que finalmente fue confirmado. Dolores, según los psicólogos, ejercía sobre su ex el llamado síndrome de alienación parental, un proceso destinado a romper el vínculo de los hijos con uno de sus progenitores, y un fenómeno que se produce en algunos casos de divorcios conflictivos y destructivos (en el 82% de ellos segun el CafCass). Esta circunstancia fue decisiva para que el fiscal pidiera el cambio de guarda en favor del padre.

Primera "victoria".

La abogada Elena Zarraluqui logró que su cliente, Miguel Ángel Salgado, consiguió que en la sentencia de divorcio, el juez le concediera la custodia. Antes de poder recogerla, un asesino a sueldo acabó con su vida en el garaje de su domicilio.

El enemigo número uno de Salgado era su ex mujer, quien “en varias ocasiones lo había amenazado de muerte”. Varios testigos, algunos de ellos protegidos, En la causa por el crimen de Ciempozuelos, han relatado que el día de la vista del juicio por la custodia de su hija vieron a Dolores amenazar a Miguel Ángel: “¡Me van a quitar a mi hija, me van a quitar a mi hija! Pero antes te mato...”.